El complemento salarial, que tendrá una duración mínima de un año, busca la inserción laboral de jóvenes menores de 30 años que ni estudian ni trabajan.
El estallido de la gran crisis en 2007 -la peor, al decir de muchos, desde el crack del 29- trajo consigo nuevas formas de vida, así como perfiles de desempleados apenas vistos hasta ese momento. Uno de esos novedosos tipos de parados pasó a denominarse ninis, jóvenes que residen en casa de sus padres porque ni estudian ni trabajan, y en muchos casos, ni lo intentan.
Ese colectivo llegó a acumular integrantes de una forma alarmante durante los peores años de coyuntura económica adversa -la tasa de paro juvenil rebasaba el 50%, según datos de la Encuesta de Población Activa, EPA-, conformando un auténtico problema político, económico y social, puesto que resultaba complicado, además de costoso, reconducir, o siquiera iniciar, la carrera de estos muchachos.
La construcción, una salida
En los tiempos previos a la crisis, o incluso aún en los primeros momentos de ésta, el ladrillo fue una salida recurrente para los ninis, que, de una u otra manera, iban saliendo adelante.
Sin embargo, según las obras iban cerrándose, paralizándose o dejándose de encargar, la tasa de paro se disparó y la construcción no sólo no era una salida para estos jóvenes, sino que, además, el sector aportó más de un millón de efectivos a las oficinas del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), el antiguo Instituto Nacional de Empleo (INEM).
A día de hoy, aunque el problema parece haberse atemperado, y las noticias sobre ninis no se repiten tanto en los medios de comunicación al tratarse el asunto del desempleo, lo cierto es que sigue ahí: la tasa de paro de juvenil se encuentra en el 41,6%, tal y como se refleja en la EPA.
Hay seguramente un menor número de muchachos que ni estudian ni trabajan, pero éstos siguen formando un colectivo problemático, difícil de encajar en la recuperación económica, que aún arrastra cifras alarmantes de paro.
Sin subsidio por desempleo
La inmensa mayoría de ellos han consumido el subsidio por desempleo, así como otro tipo de apoyos económicos públicos, con lo que resulta difícil que los ninis encuentren un puesto de trabajo, ya que, por si sus problemas fueran pocos, suelen contar con poca formación.
Para paliar precisamente esta preocupante situación se ha planteado una nueva ayuda para los ninis, aunque ésta no se otorga de forma directa, sino que conlleva ciertas condiciones.
Nueva ayuda para ninis
En concreto, la ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, anunció el pasado 15 de junio que el Gobierno planteará a los interlocutores sociales y a las comunidades autónomas un nuevo paquete de medidas para los jóvenes menores de 30 años que presentan mayores dificultades de inserción laboral, es decir, los ninis.
Unos 430 euros al mes
A la espera del trámite con las citadas administraciones, así como con la patronal y los sindicatos, el nuevo recurso quedará presumiblemente como una ayuda económica de acompañamiento de unos 430 euros al mes. Ésta, según explicó la propia Báñez, tendrá una duración mínima de un año y estará vinculada a un contrato para la formación y el aprendizaje que se pueda complementar con incentivos a la contratación.
Así, en el Ministerio de Empleo y Seguridad Social se analiza una posible bonificación del 50% en el pago de las cotizaciones por los contratos formativos de estos jóvenes que pasen a ser indefinidos. De aprobarse esta medida, la duración de la bonificación podría extenderse durante tres años.
¿Hasta 18 meses de ayuda?
Asimismo, a pesar de que este punto está aún por cerrar en las negociaciones, el planteamiento inicial es que la ayuda de los 430 euros vinculada a un contrato de formación y aprendizaje pueda tener una duración total de hasta año y medio.
Complemento salarial
Dado que la condición sine qua non para percibir esta ayuda es contar el citado contrato, los ninis que se adhieran a esta medida cobrarán lo estipulado en dicho documento más los mencionados 430 euros, es decir, que este montante será percibido como un complemento salarial.
Considerando que el sueldo en la categoría de formación y aprendizaje no puede ser nunca inferior al salario mínimo interprofesional (en la actualidad, 707,70 euros), los posibles beneficiarios de esta ayuda pasarán a recibir como mínimo una cantidad de 1.138 euros al mes.
Presupuesto de 500 millones provenientes de la UE
Fátima Báñez sostiene que la ayuda puede empezar a funcionar de forma inmediata, porque los presupuestos de 2017 ya incluyen 500 millones de euros “para poner en marcha cuanto antes esta medida”. Cabe recordar que este dinero proviene del presupuesto comunitario y que cuenta con la aprobación de Bruselas.
La maniobra, aplaudida por unos, ha sido tachada de populista por otros. Así, por ejemplo, en UGT se considera que “la propuesta de combatir el desempleo subvencionando los salarios con recursos públicos europeos fomenta la precariedad de los jóvenes”.